Contando con un notable protagonismo en nuestras vidas cotidianas, estando presente en nuestras comidas, reuniones, ocio, etc…, no podía faltar su presencia en el mundo del cine. El vino cobra protagonismo en diferentes largometrajes, sirviendo de nexo común en las historias narradas en las películas. Como ejemplo de dichas producciones citaremos las siguientes:
- Un paseo por las nubes (1994): dirigida por Alfonso Arau, Keanu Reeves y Aitana Sánchez Gijón protagonizan una historia de amor, donde tras conocerse casualmente, y tras estar embarazada nuestra protagonista, convence a Paul Sutton, o sea, Keanu Reeves, para hacerse pasar por su marido ante su padre y familiares, dueños de un preciosos campo de viñedos en un entorno idílico, surgiendo finalmente entre ellos el amor.
- Entre copas (2004): Alexander Payne dirige esta película, donde Paul Giamatti, Thomas Haden Church y Virginia Madsen entre otros protagonistas dan vida al film, en donde dos deprimidos y fracasados amigos, realizan un viaje a unos viñedos antes de la boda de uno de ellos, movidos por la gran pasión que hacia el vino siente el otro. El amor, la infidelidad y sobre todo la devoción que hacia el vino se muestra en la película marcarán el desarrollo de la misma, con la crisis de la edad de nuestros protagonistas como trasfondo.
- Un buen año (2006): dirigida por Ridley Scott, donde Russel Crowe interpreta a un ejecutivo inversionista, apasionado por el dinero, hereda un viñedo en la Provenza debido al fallecimiento de un familiar, junto con quien compartió los veranos en su infancia. Más que una alegría por la propiedad heredada, ésta supone una carga y un lastre para nuestro protagonista, aspecto que irá cambiando con el paso de los días, cuando descubra la belleza del viñedo y de su entorno y cuando entre en acción quien asegura ser hija del tío fallecido. Otros protagonistas de la película son: Marion Cotillard, Tom Hollander y Abbie Cornish.
El factor común que observamos entre el cine y el vino es que los protagonistas de las diferentes películas acaban rindiéndose a los encantos que el vino les ofrece, ya sea tomando una copa del mismo o motivados por lo bello del entorno en que se envuelven los viñedos.