Existen multitud de bebidas alcohólicas, unas han sido descubiertas hace relativamente poco tiempo y, otras, como es el caso del vino, cuentan con una existencia milenaria dada su procedencia (uva) y el proceso de elaboración (fermentación); al ser éste un proceso natural, el descubrimiento del vino se produjo casualmente, por la propia fermentación de algunas uvas en alguna especie de recipiente natural.
Expertos y estudiosos de la materia, tras el descubrimiento de diferentes yacimientos correspondientes a la época del neolítico y más concretamente en la zona de Armenia, aseguran que la existencia del vino se remonta por lo menos hasta dicha época, permaneciendo junto a nosotros y evolucionando en la medida que lo hacía la humanidad.
Dados los efectos que produce su ingesta (desinhibidor y embriagador), fue acogido con énfasis por las culturas griegas y romana. Tanto es así, que en dichas culturas politeístas no podía faltar el Dios del vino entre ellas. Dionisio se encargó de ocupar dicho lugar en la cultura griega, siendo los romanos quienes asociándolo junto a otra deidad de su cultura lo transformaron en Baco (bautizando como bacanales a las desmesuradas fiestas que celebraban, donde la comida y principalmente el vino eran los protagonistas). Igualmente destacar su uso simbólico en el cristianismo, en la liturgia de la misa, como la sangre de Cristo.
Pero es en Egipto donde podemos encontrarnos con una de las primeras clasificaciones vinícolas existentes, en cuanto al año de elaboración, viñedo de procedencia, y nombre de su propietario.
Y, tras la caída romana, la tradición vinícola es heredada por los cristianos, siendo los monjes quienes extienden sus conocimientos y fomentan nuevas formas para su cultivo y disfrute, extendiendo el mismo por el territorio europeo.
Observamos que la presencia del vino se extiende a lo largo de las diferentes culturas existentes y a lo ancho de toda nuestra historia, desde los hallazgos encontrados en los montes de Armenia en la época neolítica, pasando por las ricas culturas griega, romana (destacando Dionisio el Dios del vino, quien posteriormente fue adoptado como Baco por los romanos) y egipcia, siendo los monjes cristianos quienes implementaron y desarrollaron el cultivo de los viñedos existentes (cultivados por las civilizaciones anteriores), para erigir desde la época medieval a países como España, Italia y Francia como los principales productores de vino a nivel mundial, manteniendo su importancia tanto en las diferentes tradiciones (como la misa) como en las celebraciones más importantes (bodas, reuniones, comidas familiares, etc…).