Hablar del albariño es hablar de Galicia y más concretamente de la magia que encierran las Rías Baixas, con sus paisajes hermosos y la calidez de su gente. La variedad albariño nació en tierras gallegas y actualmente cuentan con Denominación de Origen, principalmente la de las Rías Baixas.
Con esta uva gallega se elaboran vinos blancos tanto jóvenes como de crianza, que tienen un excelente cuerpo y destacan por sus sabores cítricos. En el olfato te deleitan con aromas a manzanas, azahar, jazmín y a cítricos maduros, de los cuales sigues disfrutando en la boca.
Conocer Galicia es pasear por su cultura y para esto, un recorrido por sus bodegas de albariño es una experiencia que nunca olvidarás. Te invito a dar este viaje por el paladar a la vez que vives el auténtico paisaje gallego.
Bodegas Granbazán
Una de las bodegas con más solera en las Rías Baixas, establecida en el Valle del Salnés, en un ambiente único, donde los viñedos están bañados por la brisa del Atlántico. La bodega es un edificio espectacular, inspirado en los Chateu franceses y un toque de las típicas casas indianas gallegas, que brindan los exquisitos azulejos azules que cubren sus paredes.
Estar en Granbazán es sumergirte en la Galicia mágica y disfrutar de la historia del albariño, rodeados de sus viñedos más viejos. Si quieres tener una experiencia muy especial, te invito a seguir algunas de sus propuestas de turismo enológico.
Para conocer la esencia que se encierra en las Rías Baixas te propongo su experiencia de visita a las mariscadoras en Cambados, donde podrás compartir su trabajo. Y luego, ir a visitar el viñedo y la bodega, para terminar con la cata de los 4 deliciosos vinos con D.O. Rías Baixas que produce Grabanzán.
En caso de que busques una vivencia más enológica, puedes optar por alguna de sus ofertas de catas comentadas. La más tradicional te permite disfrutar de los cuatro vinos Grabazán, mientras un enólogo especializado te explica sus cualidades, o si quieres una experiencia más abierta, su cata fusión que incluye dos vinos albariño y dos Rioja, para llevar tu paladar al máximo.
Pazo Baión
Para palpar totalmente la historia de Galicia, hay que visitar esta bodega cuyo edificio se remonta al siglo XV. Hay evidencias de que en esta finca con mucha solera, se cultivaron viñedos desde 1731, por la evolución del albariño está ligada totalmente a su tierra.
Sus caldos se producen a partir de uvas de sus propios viñedos, que son tratadas como una pieza de orfebrería en sus bodegas. Por tanto, trabajan con el concepto de vino de pago y logran ofrecer un producto que destaca por sus florales y frutales, además de una estructura muy envolvente y mineral en la boca.
Al organizar tu viaje y hacer la ruta del albariño conociendo sus mejores bodegas, no olvides visitar IdentidadViajera.com. Aquí encontrarás excelentes recomendaciones para ir bien equipado y disfrutar a tope de tu experiencia enológica.
Si quieres conocer el albariño desde sus orígenes, debes incluir esta bodega en tu ruta enológica por Galicia. Te recomiendo experimentar con la llamada cata del enólogo, donde un profesional te explicará toda la historia de la bodega y podrás elegir entre cinco vinos para catar, acompañados por el maridaje perfecto.
Y para ir a la esencia, tienes que degustar los vinos con concepto de pago, tres caldos que se han elaborado exclusivamente con las uvas de la finca. A la vez que degustas estos vinos, podrás disfrutar del paisaje bucólico que rodea a este edificio ancestral, donde verás espacios increíbles como un antiguo palomar transformado en un salón de eventos muy original.
Lagar de Costa
Despertar rodeado de viñedos y el paisaje único de las Rías Baixas es posible en Lagar de Costa, una bodega familiar, con tradición de 3 generaciones. Sus vinos son elaborados en un 90% con las uvas que producen sus viñedos, algunos de los cuales tienen más de 50 años.
Además, han reformado una hermosa casa de labranza en sus instalaciones, acondicionada para recibir huéspedes. Junto a esto, te ofrecen visitas gratuitas a los viñedos así como a la bodega, junto con la degustación de sus excelentes vinos.
Sus albariños tienen un tono amarillo pajizo a verdoso, con una fase olfativa que ofrece aromas balsámicos y de hierbas aromáticas como el laurel y el romero. Además, percibes las frutas maduras y en algunos de sus caldos, un soplo de brisa marina.
Cuando disfrutas la cata en la bodega Lagar de Costa, vas a percibir en la boca un cuerpo untuoso, con sabores cítricos y de flores blancas, así como notas balsámicas. Así, que no puedes dejar de incluir en tu recorrido esta pequeña bodega, donde podrás tener una vivencia inigualable.
Bodegas La Val
Una de las bodegas con más tradición de los albariños y pionera en lograr la D.O. Rías Baixas, se inició en 1985 en la pequeña finca La Val, de donde toma su nombre, junto a la desembocadura del río Miño. Actualmente, han trasladado sus instalaciones a Salvatierra de Miño, rodeados por 35 hectáreas de viñedos.
Una visita a Bodegas La Val te permitirá gozar de la vista de sus hermosos viñedos, a la vez que degustas sus excelentes vinos. Tienen una hermosa sala de cata con vista a la sala de fermentación así como zona de jardines y la terraza para disfrutar de sus vistas espectaculares.
Entre sus propuestas enológicas me gusta particularmente la combinación de la visita a los viñedos, la bodega junto a una cata técnica con un enólogo. En esta degustarás diferentes caldos, acompañados de aperitivos con productos de la tierra, mientras un profesional te explica las características de cada vino.
Para una experiencia más personalizada, tienes la posibilidad de reservar una visita de degustación con cena incluida. Podrás conocer los viñedos, el funcionamiento de la bodega, para luego disfrutar de cinco vinos distintos y concluir con una exclusiva cena dentro de la bodega.
Martín Códax
Una bodega que nace de la iniciativa de varios socios para crear una propuesta novedosa para producir un albariño de primera calidad. Sus instalaciones cuentan con vistas a la Ría de Arousa, que te cortarán el aliento, mientras que sus viñedos están arreglados en pequeñas parcelas y cultivados con el sistema de emparrado.
Martín Códax toma su nombre de uno de los más famosos trovadores gallegos, que cantaba a la belleza del mar de Galicia en sus deliciosas catingas. Cuenta con una terraza de diseño modernista, desde donde podrás combinar el placer del paladar y la vista, al gozar de sus catas.
Dentro de sus propuestas enológicas más novedosas, está un paseo en embarcación por el corazón de las Rías Baixas o pasear por sus arenales. Esto acompañado de la degustación de sus mejores vinos maridados con productos de la tierra, para un día diferente.
Otra opción es una visita guiada por los viñedos y la bodega, acompañados por un guía especializado, que te explicará todo el proceso de elaboración de los vinos. Para concluir con una degustación comentada de los mejores albariños, acompañados con quesos gallegos que hacen un maridaje perfecto.