Los higos y el vino son dos ingredientes que, por separado, ofrecen una experiencia sensorial única. Ahora bien, cuando se combinan, logran crear una sinfonía de sabores que deleita los paladares más exigentes. Esta combinación, rica en contrastes y matices, no solo resalta la dulzura natural de los higos, sino que también se complementa con la complejidad y los taninos de los vinos dando lugar a un maridaje perfecto para momentos especiales. En este artículo, exploramos cómo el sabor y la textura de los higos se entrelazan con las características de los mejores vinos. Te explicamos cuáles son las mejores combinaciones posibles. ¡Vamos a ello!
Vino y queso: ¿Es una buena combinación?
El maridaje de higos con vino nos permite explorar una deliciosa combinación de contrastes y armonías de sabor. Ya sea con un vino blanco dulce que resalta la dulzura de los higos, un rosado fresco y afrutado, un tinto suave o incluso un generoso y complejo vino como el Oporto, ¡las posibilidades son infinitas! La clave está en elegir un vino que complemente las notas naturales de los higos, creando una experiencia gastronómica equilibrada. Además, esta combinación puede perfeccionarse con otros alimentos deliciosos e intensos como el queso. Tal y como puedes leer en Paiarrop.es, la personalidad de los higos secos con la variedad de sabores del queso nos ofrece infinitas posibilidades, por ejemplo, con el queso de cabra, el queso azul, el queso fresco y el queso curado.
¿Cuáles son los mejores vinos para maridar con higos?

El maridaje de vinos y fruta ha sido una tradición culinaria que ha perdurado a lo largo de los siglos. Los higos, con su textura suave, dulzura natural y notas sutiles de miel y frutos secos, pueden complementar maravillosamente una amplia variedad de vinos. Desde blancos frescos y afrutados hasta tintos con cuerpo y complejos, el vino adecuado puede realzar el sabor de los higos y viceversa. A medida que experimentas con los maridajes, descubrirás nuevas formas de disfrutar de estas dos joyas de la naturaleza. Y para comenzar, te recomendamos que pruebes con los siguientes tipos de vino.
Vinos blancos dulces
Los higos son conocidos por su dulzura natural, y uno de los maridajes más clásicos es combinar esta fruta con un vino blanco dulce. Los vinos como el Sauternes, el Moscato o el Tokaji son ideales para resaltar la delicadeza y el dulzor de los higos. Estos vinos, elaborados con uvas que han sido sobremaduras o afectadas por la podredumbre noble (como en el caso del Sauternes), tienen un perfil de sabor que incluye miel, frutas maduras, y especias, lo que hace que complementen perfectamente la dulzura de los higos frescos o secos. Además, la acidez natural de estos vinos también aporta un equilibrio necesario, evitando que el maridaje se vuelva excesivamente empalagoso. El contraste entre el toque afrutado y floral del vino y la suavidad y textura de los higos crea una experiencia de sabor armónica que es difícil de superar.
Vinos rosados
Si prefieres algo menos dulce pero igualmente afrutado, los vinos rosados pueden ser una excelente opción para acompañar los higos. Los rosados secos elaborados con uvas como la Grenache o la Syrah tienen una frescura y una acidez que equilibran perfectamente la textura suave y la dulzura natural de los higos. Estos vinos, con notas de fresa, frambuesa y melocotón, se combinan de manera excepcional con los higos, especialmente si estos están ligeramente maduros. De hecho, los rosados no solo combinan bien con higos frescos, sino también con preparaciones a base de higos asados o en compotas, creando una experiencia de maridaje vibrante y refrescante que destaca la frescura de la fruta mientras proporciona un contrapunto sutil.
Vinos tintos suaves
Para aquellos que prefieren una combinación más ligera, los vinos tintos suaves pueden ser la elección perfecta. Variedades como el Pinot Noir o el Gamay ofrecen taninos suaves y una acidez moderada, lo que las hace excelentes para maridar con higos, especialmente cuando se sirven en platos a base de higos secos o cocidos. Los tintos ligeros, con sus notas de cereza, frambuesa y especias, combinan muy bien con la intensidad terrosa de los higos secos, creando una armonía de sabores sin opacar la fruta. El Pinot Noir, por ejemplo, con su perfil elegante y afrutado, puede resaltar la suavidad de los higos frescos o deshidratados. Al mismo tiempo, sus notas terrosas se complementan con las sutiles características de los higos secos, creando una combinación perfecta para aquellos que buscan una experiencia más sofisticada.
Vinos tintos con cuerpo
Si buscas un maridaje con más profundidad y complejidad, los vinos tintos con cuerpo como el Cabernet Sauvignon o el Zinfandel son opciones excelentes. Estos vinos, ricos en taninos y con notas especiadas, de pimienta negra y frutos rojos, se pueden combinar de forma ideal con higos en platos más robustos, como ensaladas de higos con queso curado, o incluso con carnes asadas que incorporen esta fruta. Los taninos firmes de estos vinos contrastan muy bien con la textura suave de los higos, y sus complejas notas especiadas pueden complementar las sutiles notas dulces de los higos secos.
Vinos generosos
Los vinos generosos, como el Oporto o el Madeira, también son una excelente opción para maridar con higos, especialmente en postres o platos más elaborados. El Oporto ofrece una dulzura rica y una complejidad de sabores que armoniza perfectamente con los higos, especialmente en versiones secas o deshidratadas. Las notas de frutos secos, cacao y especias que suelen acompañar a estos vinos pueden resaltar las características naturales de los higos, haciendo de este maridaje una experiencia lujosa y memorable.