Cada vez más personas se animan a introducir en el carrito de la compra diferentes productos gourmet sin necesidad de que sea durante los meses cercanos a las fiestas de Navidad ni otras fechas señaladas como San Valentín, aunque estos meses todavía supongan el 45% del total de las ventas anuales de las conservas gourmet.
Las latas de conservas son el remedio infalible y más accesible para sacarnos de apuros en casos de visitas inesperadas, pese a haberse visto menospreciadas durante largos años por los chefs por ser demasiado prácticas y sencillas de elaborar. Por suerte, han corregido su error conforme las conservas han ido ganando en nivel de calidad hasta llegar a convertirse en un detalle gourmet, llegando a formar parte de algunas elaboraciones de lo más complicadas en restaurantes de renombre. Tanto es así que, actualmente, se plantean las conservas gourmet como un bocado exquisito y la mejor de las combinaciones para tomar con una copa de vino, de champagne o con ciertos licores.
Pese a que las latas de conservas cuentan con numerosos prejuicios, en especial las de pescados y mariscos, es importante señalar que, una vez se capturan, se preparan sin más dilación para los procesos de conservación con una precisa manipulación que garantice que el producto estará perfecto una vez la lata quede abierta.
Una de las tendencias más de moda entre los amantes del vino es buscar entre las latas de conservas para encontrar aquellas que mejor realcen los sabores de los vinos. Todo un complicado reto para el que vamos a darte algunos consejos, a fin de que sepas maridar de la mejor manera los vinos y las conservas tanto para combinarlos tú solo, como con amigos o para regalar a personas especiales como detalle.
Frutos del mar
Las latas de conserva de berberechos, almejas o caballa son de las más demandadas y pueden maridarse con algunos diferentes tipos de vino blanco. Las navajas tienen un compañero algo más selecto, como es el vino de uva blanca godello, que deja en el paladar un toque suavemente amielado con toques de amargor.
Marisco
Para las conservas de marisco que cuentan algún tipo de salsa, como es el caso de los mejillones con tomate o a la marinera y también con las zamburiñas, desde conservas Arroyabe recomiendan vinos de aroma intenso.
Sardinas
La mejor combinación para las conservas de sardinas, en especial si son de sabor fuerte, son los vinos rosados que hay hoy en el mercado y que ejecutarán una buena contraposición al fuerte sabor de las conservas, aplacándolo con su frescura, suavidad y ligereza.
Anchoas
Maridar anchoas no es un trabajo sencillo, pese a que muchas dudas a la hora de combinar estos productos se han disipado gracias a la Bodega Pago Casa y a Antonio Merino, que han unido su ingenio para crear Babor y Estribor, vino tinto y vino blanco respectivamente, elaborados específicamente para combinar con anchoas.
Otra opción, no obstante, es el chacolí o “txakoli” en el País Vasco, tierra de la que es original este vino blanco.
Espárragos y alcachofas
Los espárragos son otra de las complicaciones de las conservas a la hora de ser combinados con un vino, ya que su sabor y su aroma de carácter sulfúrico pueden resultar en la ruina de muchos maridajes, en especial si no se eligen adecuadamente. Por ello, te recomendamos que vayas a lo seguro y elijas un vino de uva sauvignon blanc, que tiene un sabor dulce y con leves notas florales, lo que le deja una notable acidez que combinará perfectamente con los espárragos.
El siguiente manjar de conserva serán las alcachofas, un producto que casa a la perfección con los vinos amontillados de Jerez, aunque cuidado porque son de elevada graduación alcohólica (entre 16 y 22º).